patrias

Cheque en Blanco

El Inquisidor

 

 

La aprobación por unanimidad, que creo más bien fue por Humanidad, del programa de obra pública, representa un serio revés para el PRI, partido del cual emergió el hoy alcalde Salvaterrano, y es así porque ante el simple hecho de incorporar los recursos que gestiono el hoy senador, Gerardo Sánchez, ya le dieron la carta abierta al presidente para que haga y deshaga con ese dinero para las obras.

Sin embargo todo tiene una lógica, y esa lógica es que sigue siendo el PRI quien manda y ordena en Salvatierra, el aún director de obras públicas, un tal Castillo de apellido, es un empleado desde hace mucho de quien es conocido como «El Tirano», y lo ha mantenido cerca para que llegado el momento, arribara a donde se mueve el dinero.

Para pocos es un secreto que este individuo, tiene  no uno sino varias empresas que están a nombre de otros, pero están a su disposición, y con esa idea fue que se metió hasta la cocina de quien hoy es el primer mandatario de la primer ciudad del estado de Guanajuato.

La ambición, no es buena consejera, el grupo Panista que no comulga con el alcalde, parece que ha preferido confiar en quien es el ejecutivo, y quien tendrá que rendir cuentas de lo que se haga bien o mal en la obra, el ayuntamiento aprueba y Castillo ejecuta, y súmele que juntó a el como hombre de confianza tiene a quien fue su jefe por 6 largos años en Tarimoro.

Hasta dónde llegarán los priístas?? Una foto y un supuesto video escandaloso del joven regidor del PRI fueron suficientes para que doblara las manos, una acción en contra de su compañero de partido basto para que quien ya se siente dirigente estatal de la Vanguardia Juvenil Agrarista, enseño que los centavos también llegaron a su bolsa.

Lo único bueno de esta historia, es que cuando menos ya esta aprobado el programa general de obra para que, literal, lo ejecute Castillo, y aunque falta todavía que el Sr. Gobernador les haga el favor a los municipios de entregarles el dinero, ya hay un avance.

Pobre Salvatierra, tan lejos del progreso, y tan cerca de Castillo….

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