En una conferencia, impartida en días pasados por un invitado de otro municipio de nuestro estado; hubo algo de entre todo lo que dijo que aún lo traigo memorizado: ¿Qué estamos haciendo para dejar de quejarnos? En este mundo, donde no se intenta solucionar los problemas sino se aprende a convivir con ellos…
Hemos perdido la capacidad de asombro y nos hemos habituado a sobrevivir con un entorno cada vez más precario; no es que me ponga fatalista a las 2 de la mañana, pero sé que la incertidumbre es algo de lo que quita el sueño.
Nos pasamos la vida haciendo proyectos. El Sr presidente tiene planes, el célebre Sr. X tiene el mega proyecto del trienio (lo nunca antes visto) y así nos vamos pavimentando el camino al infierno, llenándolo de buenas intenciones. La sociedad puede tener buena memoria pero tiene la voz muy baja
A todos en alguna parte nos duele algo de este mundo,
La historia dice: Siempre hubo tiempos mejores. Cuando decimos mejores. ¿Con qué lo estamos comparando…? ¿Cuándo la tecnología ere menor y estábamos más conectados con nosotros mismos? ¿Cuándo me dolía el sufrir del otro? ¿Cuándo decía buenos días y había un eco en la calle?
Ahora, sólo nos quedaremos con un montón de periódicos, con la evidencia pública de todo lo que no se hará, donde nos volveremos especialistas en planes que haremos en un rato, o mañana o antes de que le demos un like y después todo haya pasado de moda …
Mejor cuénteme… ¿Qué está haciendo usted para dejar de quedarse?