He pasado un par de horas buscando los conceptos de “fiesta” y “cultura” y de plano no sé cómo esas palabras puedan alterar tanto el sentido de una expresión. Esto me dice que habrá que re definir dichas palabras o hacer llegar un memo a la RAE pues de plano estamos en plena controversia por lo menos en nuestro estado.
En esa misma búsqueda y leyendo algunas notas en las redes sociales o escuchando los noticieros, caigo en cuenta que quizá es lo que como sociedad nos acerque más a lo que estamos viviendo. Es triste, en verdad lo es, pero que podemos esperar si la mayoría de lo que leemos es nota roja, las series de televisión son sangrientas, las caricaturas del mismo modo; es entonces que el ¿deporte? pues, tenga que ir a tono con el color de lo que somos socialmente; así pues la “Fiesta brava” es una muestra decadente de una parte social de nuestra lado más bajo como seres humanos con la naturaleza.
Antes era un espectáculo a donde todos acudían por el morbo, por teñir de rojo las vidas mediocres, ante la brutalidad de un sacrifico por deporte; la diferencia ahora es que no acudimos en masa, es ella la que acude y nos muestran a los gladiadores modernos y nosotros seguimos siendo el vulgo que disfruta de la cacería, con el pan, el vino y el circo a domicilio.
Todos invariablemente tenemos un ciclo natural, al igual también los animales, pero tengo la certeza de que ninguno merece morir de forma brutalmente exhibida.