Por: Rodrigo Carrasco Ramírez
La visión de todo gobierno debe ser el impulso del desarrollo social mediante políticas públicas estructuradas, lo cual significa que sean medibles, técnicamente factibles y económicamente viables. Esta prerrequisito para elaborar planes y programas gubernamentales resulta una brújula impecable para la tarea de gobernar.
En el caso de los municipios del sur del estado, esta brújula está perdida, ya que es la zona con mayor rezago en el estado, Santiago Maravatío y Yuriria han hecho público que sus finanzas son poco alentadoras y esperan apoyo de gobierno del estado, solo que hay que recordar que la concurrencia en recursos estatales y federales con los municipios es aplicable a obras y acciones en favor de la ciudadanía, no para resolver sus problemas autocreados de falta de liquidez en el gasto corriente, lo cual es reflejo de una mala planeación en la presupuestación de los recursos.
En Uriangato y Moroleón, los problemas obedecen a la inseguridad que se ha creado por la falta de orden ante el crimen organizado, lo cual desalienta la inversión de los empresarios, valga la pena recordar que la expotextil peligró de no ser por la intervención de urgencia de la Secretaría de Gobierno, aún así se huele el miedo en los municipios vecinos de Michoacán.
Jerécuaro mostraba avances hasta que la soberbia y búsqueda del bien personal del actual alcalde lo hacen cambiar de color por no verse favorecido en el interior del PAN, y ahora suspira por una diputación federal siendo abanderado del PRD, ¿y la ciudadanía? ¿Sólo fue alcalde para brincar al congreso de la unión? Jerécuaro requiere capitán de tiempo completo para navegar a un mejor puerto.
Acámbaro se ve estable, sin un detonante económico como el que desean sus ciudadanos, pero la lucha de poder en el interior de la presidencia y el partido del sol azteca que llevó al alcalde al poder, le impide ver hacia el futuro sustentable y lo detiene en el presente electoral.
Salvatierra tiene un gobierno que lejos de mostrar rumbo exhibe incapacidad, se ha engrosado la nómina, se han perdido y reintegrado recursos para realizar obra pública, se cuenta con liderazgos en los pasillos de la Presidencia Municipal que lejos de unirse en bien de un proyecto de desarrollo, miden fuerzas en busca de intereses personales, y en este juego maquiavélico ¿Dónde queda la ciudadanía?
Mención aparte Coroneo, Jaral del Progreso y Tarandacuao, municipios que muestran orden, cero escándalos y cuyos gobiernos se dedican a trabajar, y poco a poco van sumando infraestructura social, económica y de salud a sus habitantes.
La tarea pública de gobierno debe sublimar los intereses personales hacía el bien común, ahora que inicia la época preelectoral, el Sur del estado tendrá que responder a la ciudadanía con obras y acciones y deberá abstenerse de la práctica tradicional de la dádiva. Entendiendo a la sociedad como un grupo con necesidades heterogéneas que solo pueden ser resueltas con la implementación de políticas públicas sustentables e incoloras. Hoy más que nunca hay que traer al presente las palabras de Danilo Astori: “No se hace justicia regalando dinero a la gente sino abriéndole oportunidades para que se defiendan en la vida”.