Salvatierra.-
El delicioso aroma a tradiciones que desprenden las flores de cempasúchil se distinguen como cada año, sobre la calle Riva Palacio donde decenas de productores y artesanos ofrecen sus productos para el Día de muertos.
Doña Irma Muñoz creció en la colonia División del Norte, actualmente tiene 60 años y comenta que desde que se casó alrededor de los 20 años conoció este tianguis, pues su suegra María Guadalupe, vendía en este lugar.
Aunque en esos años este tianguis tenía su vendimia anual sobre la calle Arteaga, para posteriormente pasar enfrente de Cruz Roja sobre Riva palacio y años más tarde el tianguis creció siendo como ahora es conocido en Salvatierra.
“Eran montañas y montañas de flores las que se vendían antes” dijo, pues ahora está bella cultura se ha ido perdido y con ello de demanda ha ido bajando.
Con una tradición familiar de más de 60 años, está familia ahora cuenta con 3 generaciones que se dedican a la venta de estas hermosas flores pues, ahora María Guadalupe González Muñoz hija de doña Irma se dedica a atender este negocio.
Lupita, se casó a los 18 años con Juan Manuel Flores González; este matrimonio decidió adoptar el negocio familiar pero, no solo eso ya que Don Juan tardó 2 años en aprender a cultivar estas flores, en los cuales la producción fue perdida total.
Ahora a sus 38 y 39 años respectivamente, su venta para estas fechas cada años es completamente cosecha familiar, pues Don Juan se volvió un experto en el cultivo de la flor de muerto.
Sus cultivos empiezan a finales de Julio para estar listos y empezar a cortar en Octubre y tenerla fresca para sus clientes.
Esta familia por muchos años ha ocupado el mismo lugar estando sobre la esquina de Riva Palacio y Fernando Dávila en un horario de 7:00am, a 8:00pm, empezando desde el 29 de Octubre y culminando su venta el 2 de Noviembre.
Ellos ofertan cada año, un aproximado de 500 docenas de flor de cempasúchil y 500 docenas de pie de León y un aproximado de 70 metros cultivados de flor de nube, además también ofrecen macetas de cempasúchil cada año.
Doña Irma comenta que por nada dejaría de vender esta flor, pues a pesar de que han reinado años con pérdidas económicas, no quiere ser parte de la pérdida de está tradición y cultura, aunado a esto su pequeño hijo ha mostrado un talento innato para la siembra de esta flor.