Salvatierra.-
El pasado 14 de septiembre, el Lienzo Charro San Andrés fue el escenario de un emotivo festejo en conmemoración del Día del Charro. Las agrupaciones de escaramuzas «Lucero de Salvatierra» y «Real de Salvatierra», conformadas por niñas y jóvenes que entrenan en este recinto, participaron en diversas actividades y juegos para rendir homenaje a esta importante tradición mexicana.
Verónica Adriana Quintana Vargas, instructora de ambas agrupaciones, explicó que las escaramuzas que practican en el lienzo participan tanto en la liga infantil, con un año de experiencia, como en la liga libre, con dos años de trayectoria. Detalló que existen cuatro categorías para la práctica de este deporte: dientes de leche (5 a 10 años), infantil A (10 a 12 años), infantil B (12 a 15 años), *juvenil* (15 a 18 años) y la categoría libre, para mayores de 18 años.
Las pequeñas practican todos los sábados en el Lienzo Charro San Andrés, con horarios separados por categorías para una instrucción más efectiva. Las participantes pueden utilizar caballos proporcionados por el lienzo o traer sus propios animales. Para practicar, solo necesitan llevar una vara, espuelas, sombrero, protector solar y ropa adecuada.
En agosto, las escaramuzas tuvieron una destacada participación en una competencia nacional en Aguascalientes, una más de las muchas presentaciones que han realizado a nivel estatal y nacional.
Durante la celebración del Día del Charro, las diferentes categorías de escaramuzas realizaron presentaciones y juegos, fortaleciendo el ambiente de camaradería y orgullo por esta tradición. Verónica Adriana Quintana destacó el carácter familiar del lugar, donde «mamás, papás y niños siempre están presentes echando porras». Agregó que, además de ser una actividad entretenida, la práctica de la charrería fomenta la coordinación, disciplina y autoestima de las pequeñas.
EL LIENZO CHARRO SAN ANDRÉS
Construido en 1996, el Lienzo Charro San Andrés estuvo abandonado durante algunos años, pero fue rehabilitado por un grupo de 20 socios que ahora se encargan de su mantenimiento. Además de ser sede de las prácticas de escaramuzas, el lienzo está certificado para ofrecer equinoterapia, brindando apoyo a personas con discapacidades y problemas sociales, reafirmando su compromiso con la comunidad.
