MOROLEON. –
Después de un largo periodo sin ningún registro de donación de órganos por la pandemia de la COVID-19, la Secretaría de Salud de Guanajuato, que encabeza el Dr. Daniel Díaz Martínez y el Centro Estatal de Trasplantes (CETRA) registran una procuración.
El Secretario de Salud Daniel Díaz Martínez agradeció a los familiares del donador el gran acto de nobleza realizado por la familia, pues es un acto que brinda esperanza a los guanajuatenses en lista de espera de un trasplante para poder vivir.
Se trata de un joven de apenas 22 años de edad de nombre Julio César originario del municipio de Moroleón, quien ya es un héroe de vida en su municipio.
Su esposa y padres comentaron que Julio en vida era una persona muy alegre que le gustaba ayudar a las demás personas, por eso no dudaron en trascender su vida dando una segunda oportunidad de pacientes en lista de espera.
Del joven se procuró el hígado siendo el receptor una persona originaria de Jalisco, también donó riñón mismo que será trasplantado en un pequeño niño pacientes del del Hospital pediátrico.
El otro riñón será enviado al Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío (HRAEB) en tanto que las 2 córneas y el hueso se quedaron en el programa estatal para su utilización posterior.
Con esta donación en lo que va del año se tiene un registro total de 24 donadores de ellos, se han lograron 88 órganos y tejidos,32 riñones,39 córneas,14 huesos, 2 hígados, un corazón, un pulmón, una válvula y piel.
El protocoló para reactivación de las procuraciones son con apego al semáforo nacional que propuso el Centro Nacional de Trasplantes, el cual indica que a partir del color naranja se pueden reactivar las intervenciones de corneas, ya en amarillo como es el caso lo trasplantes de riñón en adultos de donador vivo y trasplantes pediátricos de donador fallecidos son permitidos.
24 horas antes de la intervención que se realicen pruebas de PCR para descartar la presencia del covid-19 en el paciente, así como radiografías de tórax para corroborar que no estén infectados.
El personal que interviene en los procesos debe ser monitoreado constantemente cada 15 días para no llevar el virus a los quirófanos.
