ROMANO

El título es correcto, en éste espacio creemos que las actuaciones descritas ya lo suficientemente por el sr. Síndico municipal de Salvatierra son verdaderos catalizadores de unidad del pan que a pesar de los logros históricos que consiguieron en todas las elecciones de 2012 se mantenía confundido al ser abandonado por sus integrantes en sus trabajos partidistas que fortalecieran su presencia toda vez que ahora se dedican a laborar en presidencia.

Ganar el gobierno sin perder el partido no ha sido posible pues el hambre de espacios públicos no les permite hasta ahora separar lo que debe ser el partido del gobierno, recordemos el berrinche de poder que el líder municipal Rafael Sámano protagoniza junto a su señora esposa por ocupar la mayoría de puestos tanto en su partido como en la presidencia municipal.

A este berrinche se le agrega el elemento Rentería, un factor hasta ahora disolvente de un personaje que también al ver la oportunidad decidió jugar su “toma todo” que le permitiera agregar a sus familiares y amigos tanto en el municipio como en su partido.

Ellos no se imaginan y concretan estos actos por si solos, tiene en el ex alcalde Cardiel a su padrino y en el director de desarrollo urbano a su principal acompañante.

Aunque aseguren lo contrario- en las pláticas en corto mencionan el rotundo distanciamiento con los personajes aquí mencionados- las evidencias dictan que ellos si surcan las turbulentas aguas de la política en el mismo barco.

Y que paso entonces? Si bien ellos forman parte de un grupo político muy compacto y unido donde lo mismo se puede ver a los señores Lanuza como a los Sámano, los Rivera y más recientemente a los Gámez no han terminado de consolidar eficientemente su control.

Jamás aprovecharon la ventaja que les dio su compañero de partido pero rival de grupo el dentista Enrique Villagómez quien decidió en un acto de sinceridad, estrategia o de cansancio político dejarles todas las canicas que si tenía pero que no supo, no quiso o no pudo jugar.

Sin embargo el factor José Rentería ha reunido al partido de una manera muy agresiva, le ha dado nuevos bríos y quizá le dé un impulso que les signifique ya el inicio de una nueva aventura electoral, no hay duda el casi licenciado los ha unido pero en su contra y ya comienzan a escucharse las voces de personajes que no solo entienden de la necesidad de un cambio de aires sino en la obligaciones de impedir a los que hoy controlan ese partido que lo sigan haciendo.

La situación pinta para un cambio, los panistas entienden que no se pueden dar el lujo de repetir los errores de 2009 donde muchos de ellos se quedaron sin chamba sabedores de que el espacio público es quizá para muchos su salvavidas en cuanto a ingresos personales.

Entender que es mejor renovarse o morir lleva obligatoriamente un convencimiento de que se deben hacer mejor las cosas en cuanto al partido pero también en cuanto al gobierno, que si no se entregan buenas cuentas la imagen electoral puede caer en picada, ese es el reto que tienen por delante, ese y el no confiarse en la debacle Rito-Rentería-Samanista porque nada bueno se podría esperar de un ganador que vence por los errores de otros y no por los atributos propios.

Ante esto ¿la oposición, existe?